lunes, 5 de enero de 2015


LOS CURIOSOS RÍOS DE PIEDRAS:

La Sierra del Alto Rey (1858 m.) es una alineación cuarcítica de dirección predominante Este-Oeste. Esto hace que tenga unas vertientes Norte y Sur muy contrastadas. La vertiente Norte es muy fría y prueba de ello es el extenso pinar silvestre autóctono que cubre todo a lo largo la vertiente septentrional de dicha sierra. El pino silvestre es una conífera de montaña adaptada a climas muy fríos y continentales tanto de la taiga como de las altas cordilleras montañosas.

Por la vertiente norte de dicha sierra descienden una serie de cortos valles cuarcíticos de montaña. Son valles estrechos y alargados de orientaciones norte o nordeste. El fondo de estos valles umbrosos se sitúa entre los 1.400 y los 1.600 metros de altitud y el ambiente en su interior es de sombra permanente, bajo la cobertura vegetal de un denso pinar eurosiberiano.

En los valles fríos de la Sierra del Alto Rey abundan las huellas periglaciares; testigos de climas pasados tales como las pedreras o canchales que recubren las laderas o como las turberas de los fondos de los valles.

Y concretamente en dos de estos valles fríos de montaña, llama la atención la presencia de una curiosa formación geológica muy poco conocida; son los denominados ríos de piedras o ríos de bloques.
 
 
Valle frío de la Dehesa de Mamprigal.


La Dehesa de Mamprigal, en el término municipal de Galve de Sorbe, es un corto valle colindante a una masa de pinar silvestre, situado a 1350 metros de altitud. Destaca su llamativo paisaje: una estrecha vaguada de verdes praderas en donde pastan plácidamente las vacas. Los suelos son muy negros debido a la gran concentración de turba y abundan en ella los prados encharcados y las turberas de donde emanan diversos manantiales de agua. El valle frío de Mamprigal posee un trazado ligeramente sinuoso ya que la vaguada realiza alguna curva. Próximo a la cabecera del valle y en una curva de umbría, sorprenderá al viajero un curioso caos de bloques o canchal de cuarcita nada usual, ya que este no se localiza en alguna empinada ladera de las inmediaciones sino que se encuentra justo en el fondo de la vaguada. El aspecto de este original caos de grandes bloques nos recordará al tramo de un río ya que incluso realiza una curva y todo. En la parte inferior del valle frío y ya entrando en el pinar silvestre, volvemos a encontrarnos con otra pedrera en el fondo de la vaguada que de nuevo nos recordará a un río de bloques.

Río de piedras superior de Mamprigal. En invierno se escucha correr el agua por debajo.
 
Pero, ¿Que son los ríos de piedras o ríos de bloques y como se originan?. Los ríos de piedras son pedreras o canchales; es decir grandes acumulaciones de bloques angulosos de roca cuarcítica. Pero a diferencia de los canchales convencionales que frecuentemente recubren las laderas de las montañas, los ríos de bloques hacen lo propio en el fondo de pequeños valles estrechos y alargados de orientaciones muy frías en ambientes de montaña en donde hubo climas de tundra.

Su origen es el mismo que el de las pedreras convencionales: bajo unas condiciones climatológicas de un frío muy intenso (clima de tundra) los procesos de hielo-deshielo actúan como un eficaz agente erosivo responsable de la modificación del paisaje. El agua de lluvia se infiltra en las pequeñas fisuras que presentan los escarpes de roca cuarcítica. El agua al congelarse aumenta su volumen formándose una cuña de hielo que fragmenta la roca. Este proceso repetido miles de veces llega a destrozar tanto la roca que termina originando las pedreras o canchales en la base de los cortados de roca. Por la propia gravedad, los bloques desprendidos terminan rodando ladera abajo.

Pero si estas pedreras se localizan en el fondo de un valle estrecho y alargado, en orientación de umbría y bajo una acción de los procesos de hielo-deshielo muy dilatados en el tiempo, se puede llegar a producir un lento transporte de toda la masa de bloques o pedrera a lo largo de dicho valle. En ese caso, estaríamos ante un río de bloques.  

Sin embargo, pese a lo que su nombre nos indica, los ríos de piedras no fueron desplazados por ningún antiguo río que discurriera por el fondo del estrecho valle, ni mucho menos por algún glaciar, sino por la propia acción de la gravedad: el agua de la lluvia penetraba entre la acumulación de bloques del fondo del valle empapando el suelo situado justo por debajo. Bajo períodos de un frío muy intenso de clima de tundra muy diferente al actual, el suelo congelado se abombaba, levantando parcialmente algunos de los bloques que componen la gran masa. Este levantamiento hacía desplazarse ligeramente los bloques en el sentido de la pendiente. La misma acción repetida miles de veces, supuso el lento flujo de los bloques por el fondo del valle originando la actual formación que se asemeja a un río de bloques.

Nos encontramos por lo tanto ante una formación geológica muy importante ya que se trata de una formación periglaciar relíctica en el sentido de que con las condiciones climatológicas actuales es imposible que se pueda llegar a originar un río de piedras.

                        
Manantial que surge del interior del río de bloques superior de Mamprigal.

El río de piedras situado en la cabecera del valle de Mamprigal, es el más grande e importante a nivel comarcal. Lamentablemente, un camino forestal totalmente artificial lo fragmenta justo antes de la curiosa curva que realiza el río de piedras. Una peculiaridad que en ocasiones poseen estas formaciones geológicas, es la de discurrir el agua por debajo de ellas. Se trata de pequeños arroyos que surcan algunos de estos lechos pedregosos y que terminan aflorando a la superficie en la parte final de los mismos. Durante los meses más lluviosos incluso se escucha con fuerza el correr del agua por debajo de los grandes bloques de cuarcita. En el río de bloques de la cabecera de Mamprigal, podremos disfrutar de este curioso efecto sonoro así como contemplar el caudaloso manantial que brota de su interior.

El río de piedras inferior de Mamprigal se encuentra muy cubierto de líquenes.
                                              
          El río de piedras de la parte inferior del valle de Mamprigal es de dimensiones más modestas. Sin embargo, resulta llamativo el color tan grisáceo que poseen los bloques de cuarcita. Esto es debido a que están completamente recubiertos por líquenes ya que las cuarcitas originalmente poseen unas tonalidades blanco-parduzcas y rosáceas.

El valle frío de la cabecera del Río Pelagallinas discurre encajado entre montañas.
                                 
La cabecera del Río Pelagallinas, término municipal de Condemios de Arriba, es un valle en umbría muy frío, encajado entre cerros cuarcíticos que superan o rozan los 1800 metros de altitud y cubierto por un denso pinar silvestre. El propio fondo del valle se sitúa a 1650 metros altitud, destacando la presencia de prados húmedos con suelos de turba.

En este ambiente de coníferas de montaña, nos encontramos con dos pequeños ríos de piedras muy próximos el uno al otro. De nuevo los bloques cuarcíticos se encuentran muy recubiertos de líquenes y una de las formaciones de bloques realiza incluso una pequeña curvatura similar a la de un río convencional.

En la cabecera del Pelagallinas hay dos modestos ríos de piedras.
 
LA SIERRA DEL TREMEDAL:

Ahora vamos a viajar unos 145 km,s en línea recta hacia el Sureste, a la Sierra del Tremadal, dentro del macizo montañoso de los Montes Universales, en los confines del Alto Tajo. Al igual que en nuestra comarca, la Sierra del Tremedal (1935 m.) es una alineación cuarcítica de dirección predominante NW-SE, de clima mediterráneo continental de montaña y cubierta por extensos pinares eurosiberianos de pino silvestre.

Uno de los grandes ríos de bloques de la sierra del Tremedal.
 
De nuevo tenemos cortos valles fríos de montaña, en situaciones de umbría y a altitudes de los fondos de valle de entre 1.500 m. a 1.700 m. Y de nuevo con destacadas huellas periglaciares de carácter relíctico: gran cantidad de turberas, canchales de bloques cuarcíticos y magníficos ríos de piedras. Entre las localidades de Orea y Orihuela del Tremedal, se suceden en la Sierra del Tremedal hasta 7 grandes ríos de bloques que están considerados los más grandes del Mundo (algunos con longitudes de hasta más de 2,5 km´s y de hasta 4 metros de espesor de la masa de bloques).

La ingente cantidad de bloques procede de los escarpes cuarcíticos colindantes.
               
Se trata de las mismas formaciones geológicas que las presentes en la Sierra del Alto Rey pero con una diferencia de tamaño considerable. El volumen de toneladas y toneladas de bloques de cuarcita que fueron acumulados y desplazados lentamente por el fondo de los valles umbrosos de la Sierra del Tremedal no tiene parangón.

Varias toneladas de roca cuarcítica fueron fracturadas y desplazadas masivamente.
 
            Los lugares más fáciles para contemplar los colosales ríos de bloques de la Sierra del Tremedal son el Arroyo del Enebral en Orea y el Arroyo de la Garganta en Orihuela del Tremedal.

Río de piedras a 1.800 metros de altitud; ya en el piso oromediterráneo.
 

                       

 

1 comentario:

  1. Interesantisimo articulo. Tendremos ocasión de cimentarlo y discutirlo sobre el terreno.
    un saludo,
    Antonio F. Morcuende
    Amigos del Tejo y las Tejedas

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