martes, 4 de marzo de 2014

LA CUENCA ALTA DEL SORBE: UN ENCLAVE EUROSIBERIANO

Ocurre a menudo, que cuando recibes unas visita lo primero que te comenta es…<<esta es otra provincia>> a lo que suelo responder…<<vivimos en lo más al Sur del Norte>>. Y no les falta razón, ya que la cuenca alta del Río Sorbe posee unas condiciones climatológicas, botánicas, paisajísticas y de aprovechamiento antrópico, muy diferentes a las del resto de territorios que abarca la comarca del Macizo de Ayllón.

Pero, ¿Qué hace tan diferente a esta subcomarca para que haya que recorrer muchos kilómetros hacia el Norte si queremos encontrarnos con un espacio geográfico de características similares?


En primer lugar, la cabecera del Sorbe se encuentra enmarcada de Noroeste a Sureste por un arco de sierras de pizarra y cuarcita. Son las sierras de Tejera Negra (Pico Buitrera 2046 m.), del Robledal (Cerro del Campo 1933 m.) y del Alto Rey (Mojón Cimero 1823 m. y Santo Alto Rey 1858 m.).
Resulta curioso el hecho de que estas alineaciones montañosas marcan la divisoria entre las vertientes norte y sur  de la Cordillera Central, pese a no coincidir con la línea de la divisoria de aguas de las dos submesetas castellanas. Así pues, la cuenca alta del Sorbe forma parte a efectos botánicos y climatológicos de la cara norte de la Cordillera y sin embargo, vierte sus aguas hacia la Submeseta Sur.  
Oriundamente este territorio vertía sus aguas hacia el Norte; hacia la Cuenca del Duero. Pero finalmente, al Río  Sorbe le resultó más fácil el abrirse paso a través de las sierras paleozoicas situadas al Sur, antes que hacerlo a través de las parameras cretácicas situadas al Norte y así es como a día de hoy, este río vierte sus aguas hacia la Cuenca del Tajo.

A diferencia de lo que ocurre en el resto de toda la vertiente norte de la Cordillera; con un pronunciado descenso de las laderas desde la línea de cumbres hasta las llanuras de la Cuenca del Duero (por ejemplo en Riaza o en La Granja de San Ildefonso), en el caso de la sierra del Alto Rey no existe tal pronunciado descenso hacia la Submeseta Norte. Como dijimos anteriormente, las aguas del Sorbe y sus afluentes se encontraron con la paramera cretácica de la Sierra de Pela; una elevada plataforma de caliza situada a 1400-1500 metros de altitud y cuyos pueblos circundantes (Cantalojas, Galve de Sorbe, los Condemios, Campisábalos en plena paramera, Grado del Pico…) se sitúan la mayoría de ellos a más de 1300 metros de altitud.

 
Amplia vaguada con extensas praderas de gran humedad. Situada en el contacto entre la paramera y la Sierra del Alto Rey,posee una importante vocación para la práctica de la ganadería extensiva. En el centro,  Castillo de Galve de Sorbe



La primera consecuencia que tiene la existencia de esta especie de “tapón natural” que conforma la paramera de la Sierra de Pela, frente a la cara norte de las montañas, es el contribuir a generar un peculiar microclima local marcado por rigurosos inviernos de frecuentes nevadas y veranos cortos y frescos. Por así decirlo, una tierra elevada frente a una alineación montañosa.

Por otra parte, la Sierra de Tejera Negra en particular, recibe los mayores aportes de precipitación de todo el Macizo de Ayllón. La peculiar orientación de estas montañas, permite la entrada directa de las masas de aire frío y húmedo procedentes del NW, al igual que la de los vientos ábregos del SW. Estos últimos proceden del Atlántico y barren toda la vertiente meridional de la Cordillera Central.

Las nubes cargadas de humedad, se quedan frecuentemente “enganchadas” en los cordales montañosos de Tejera Negra y en menor medida en el cordal de la Sierra del Alto Rey.
Si tomamos como referencia la línea de cumbres de Tejera Negra, las precipitaciones disminuyen paulatinamente hacia el Este y en las sierras del Alto Rey y la de Pela, la vegetación se va continentalizando gradualmente; pasando de bosque de hayas y robles a pinares silvestres.

El particular relieve de la cabecera del Sorbe, unido a unas condiciones climatológicas específicas, favorecen la destacada presencia en este territorio de especies de flora y fauna propia de ambientes húmedos de carácter atlántico y/o alpino; en definitiva de especies eurosiberianas a latitudes muy meridionales y de acusada continentalidad.

La Sierra de Tejera Negra, es conocida precisamente  por contar con hayedos a una latitud muy meridional. Pero sobre todo hemos de tener en cuenta el ambiente continental en donde se encuentran estos bosques de hayas; al ser precisamente el haya una especie de carácter atlántico.
El nivel superior de las cumbres de Tejera Negra, supone igualmente uno de los límites meridionales para la asociación del brezo con arándano.   
A ello hay que sumar la presencia de bosquetes de Quercus petraea, tembloneras, abedulares, tejedas, acebedas,…sin olvidarnos de la importancia que tienen las formaciones de melojar húmedo.


Abruptos escarpes de Tejera Negra. Las elevadas precipitaciones y las frecuentes nieblas de relieve, permiten la presencia de unos bosques tan exigentes en humedad como lo son los hayedos
                           


En la vertiente norte de la Sierra del Alto Rey domina otra formación de bosque eurosiberiano, pero ésta de ambientes más alpinos y por lo tanto mas fríos y secos: el pinar silvestre. En dichos pinares abundan las turberas y las comunidades de suelos temporalmente encharcados y en donde se localizan importantes especies de flora amenazada.

La paramera de la Sierra de Pela es terreno de eriales y de espinedas arbustivas, pero igualmente de pinares silvestres; salvo que a diferencia de los anteriores, estos se desarrollan sobre suelo calizo.

Pinar eurosiberiano en la cara norte de la Sierra del Alto Rey a 1800 metros de altitud.  El pino silvestre es una especie montana capaz de soportar fuertes nevadas y fríos intensos
                     


Y en el contacto entre la caliza de la Sierra de Pela y el silíceo de las Sierras del Alto Rey y Tejera Negra, hay una banda longitudinal de amplias vaguadas sobre suelos arcillosos y de areniscas. Es el entorno en donde se localizan la mayoría  de los pueblos del Alto Sorbe y posee un paisaje único tanto a nivel comarcal como a nivel provincial; con grandes extensiones de praderas, abundantes ríos y arroyos, cercados tradicionales de piedra y una importante cabaña ganadera de vacuno y ovino.
Hay toda una variadísima tipología de praderas: prados de siega, prados de diente, prados húmedos, prados cervunales, prados higroturbosos,...e igualmente toda una cultura asociada a la ganadería y a la siega de los prados.
No menos importante es el valor paisajístico de estas praderas durante  su floración primaveral y por supuesto su valor ecológico, al contar con importantes especies de flora amenazada propia de ambientes húmedos eurosiberianos.


A: Parameras de la Sierra de Pela, B: Eje de las sierra que cierran la cuenca del Alto Sorbe,  C: Hoz del Sorbe y su salida de la cuenca de cabecera hacia el Sur, D: Entrada de las masas de aire frío del NW, E: Entrada de los vientos ábregos.




                                       








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