jueves, 3 de abril de 2014

LA DEPRESIÓN INTERIOR DE CAMPILLO DE RANAS: RECONSTRUCCIÓN GEOLÓGICA DEL ENTORNO DE LOS PUEBLOS NEGROS.


Los oriundos de cualquiera de los seis pueblos negros, conocidos así por el empleo masivo de la pizarra como elemento constructivo de sus viviendas, denominan a su terruño La Sierra.
Sin embargo, llama la atención la proximidad geográfica existente entre estos  núcleos de población y el escaso desnivel topográfico que han de salvar para comunicarse entre unos pueblos y otros. Este hecho propicia que se encuentre muy extendido entre los más jóvenes y entre aquellos que se instalaron a vivir procedentes de las ciudades, el referirse coloquialmente a su entorno cotidiano como El Valle.
Otra percepción muy distinta es la que tienen los habitantes de aquellos terrenos más montañosos que se localizan próximos a los pueblos negros. Así por ejemplo, para los de El Cardoso de la Sierra,…aquello es La Campiña.

            Sierra, valle, campiña,…¿Quien tiene razón?. Pues todos tienen su parte de razón: es sierra ya que pese a tratarse de una depresión del terreno, forma parte de la estructura tectónica de la Cordillera Central. Es valle porque el Río Jarama tiene su salida natural por un costado de dicha depresión y a su vez es campiña ya que en la parte meridional de la depresión existe un importante paquete de sedimentos de características algo similares a los de la campiña de Uceda y Puebla de Beleña.




                                              
1: Fosa tectónica de Majaelrayo-Campillo de Ranas (pizarras negras con intercalaciones de areniscas), 2: Abanico aluvial (conglomerados de cuarcitas en matriz arcillosa), 3: Bloque levantado de la Sierra del Ocejón (pizarras negras), 4: Línea de escarpes (banda de cuarcitas).



Hemos de tener en cuenta que el paisaje que actualmente podemos ver en el entorno de Campillo de Ranas y Majaelrayo responde a un complejo e intenso ciclo erosivo que a día de hoy es inapreciable, pero que a escala geológica y en condiciones climatológicas muy distintas a las actuales, propició un importante proceso de desmantelamiento de la cordillera montañosa.

Para ello nos tenemos que remontar a unos 24 millones de años atrás.  Durante la Orogenia Alpina nació una importante cordillera montañosa; el actual Sistema Central. Pero en realidad esta cordillera emergente lo que hizo fue levantar una serie de materiales muy antiguos que formaban parte de una cordillera anterior de proporciones mucho mayores: la Cordillera Hercínica, que había quedado completamente arrasada por la erosión y se encontraba sumergida bajo las aguas.

Los materiales que formaban parte de la extinguida Cordillera Hercínica sufrieron un importante proceso de transformación o metamorfización previo a su levantamiento con la nueva cordillera. Estos materiales no son otros que las pizarras, esquistos y cuarcitas que a día de hoy confieren un rasgo de personalidad propio tanto a los pueblos negros como a toda la comarca de la Sierra de Ayllón.

Como hacemos referencia a materiales antiguos pertenecientes a la era Paleozoica, dichos materiales no fueron capaces de soportar la presión del empuje que se llegó a ejercer durante el proceso de levantamiento de la nueva cordillera y terminaron fracturándose. De este modo los pliegues de la primitiva Cordillera Hercínica, que formaban estructuras anticlinales y sinclinales, quedaron fracturados en diversos bloques; levantándose algunos bloques y hundiéndose otros.

Según la opinión de las investigaciones más recientes, la depresión interior de Campillo de Ranas tendría su origen precisamente en uno de estos bloques hundidos; una fosa tectónica de dirección Norte-Sur establecida sobre una antigua estructura plegada (conocida como Sinclinal de Majaelrayo) y flanqueada por dos bloques levantados situados a ambos costados: La Sierra del Alto Jarama al Oeste y la Sierra del Ocejón al Este.



                                                  
1: Bloque levantado de la Sierra del Alto Jarama 2: Banda de cuarcitas (pliegue hercínico fracturado del San Cristóbal) 3: Plataforma de conglomerados (superficie de pre-raña) 4: Abanico aluvial (ligera rampa de conglomerados) 5: Vallecillo colgado de El Espinar (curso de agua abandonado) 6: Primeras rampas de las laderas de la Sierra del Ocejón.



A la par del levantamiento de la nueva Cordillera se iniciaron los procesos de erosión y desgaste de la misma. Como hemos mencionado anteriormente, nos encontramos en un sector montañoso compuesto principalmente por diferentes tipos de pizarras y cuarcitas.
La pizarra es un material muy poco resistente a la erosión y termina desagregándose en finas láminas. Sin embargo, la cuarcita es un material que presenta una mayor resistencia a la erosión.

El relieve resultante con este tipo de litologías es el de una sucesión de bandas longitudinales de dirección Norte-Sur compuestas por las duras cuarcitas. Se trata de alineaciones muy escarpadas y suelen presentar restos de los antiguos plegamientos fracturados (Como en el Cerro San Cristóbal).
Estas estrechas bandas de cuarcita separan a su vez a otras bandas bastante más extensas superficialmente y compuestas por las deleznables pizarras; formando estas últimas parte de los sectores más erosionables como son las laderas de las montañas o los fondos de valle.   

En las montañas que custodian por ambos flancos a la fosa tectónica de Campillo se aprecia muy bien este tipo de relieve cuarcítico escarpado (conocido como Relieve Apalachense). Las superficies culminantes del Pico Ocejón al Este de la fosa y de los picos de La Tornera, el San Cristóbal o el cresterío de La Centenera, al Oeste de la misma, están compuestas por cuarcitas y en tanto que en las laderas que descienden por la cara Oeste de la Sierra del Ocejón y así como en el propio fondo de la fosa tectónica, la litología es pizarrosa.
                                   


1: Relieve apalachense con la alternancia de abruptos crestones cuarcíticos y laderas pizarrosas de pronunciadas pendientes, 2: Plegamiento fracturado del Cerro de San Cristóbal, 3: Transición entre superficie de raña y abanico aluvial.



Los ríos y arroyos que vemos en la actualidad son muy recientes en el tiempo; de la era cuaternaria.
En terrenos montañosos en donde se sucede la alternancia de unos materiales más resistentes con otros de naturaleza más blanda, la red hidrográfica ha ido encajándose en las propias fracturas del terreno.
De este modo, los dos ríos presentes en la depresión de Campillo: el Jarama y el Jaramilla, no llegaron a modificar en demasía el relieve preexistente sino que se encajaron en una importante falla estructural de dirección Norte-Sur: el eje estructural Jaramilla-Jarama. Dicha falla marca la separación entre dos importantes bloques tectónicos: el Anticlinal de El Cardoso (bloque levantado) y el Sinclinal de Majaelrayo (bloque hundido).

El Jaramilla y el Jarama no discurren por lo tanto por el fondo del valle en donde se sitúan los pueblos de la arquitectura negra, sino que hacen lo propio por el límite occidental de la fosa tectónica, encajados en una profunda y agreste hoz: la estrecha banda logitudinal Norte-Sur de roca cuarcítica que delimita ambos bloques tectónicos.     

Los habitantes de los pueblos negros, viven por así decirlo en una especie de valle colgado; a los pies de la Sierra del Ocejón pero 200 metros por encima de la hoz por donde discurren los ríos Jaramilla y Jarama.

Los arroyos que descienden por la ladera occidental de la Sierra del Ocejón: La Matilla, El Soto y El Corvejón, atraviesan dicho valle colgado en donde se sitúan los pueblos en dirección Oeste, para confluir en las aguas de los ríos Jaramilla y Jarama.

El Arroyo de La Matilla al norte de Majaelrayo, cumple perfectamente con esta premisa; recogiendo las aguas de diversos arroyos que bajan de la montaña para confluir con el Jaramilla entre los cerros del Reajo de las Yeguas y el Cabeza de Ranas. Este último cerro, situado al pie de Campillo de Ranas, es en realidad un pequeño relieve residual perteneciente al bloque levantado del Anticlinal de El Cardoso.




1: Relieve residual del Cabeza de Ranas, 1493 m. (curiosamente perteneciente al bloque levantado del Anticlinal de El Cardoso, pese a localizarse en la orilla contraria de la Hoz del Jaramilla y encontrarse más próximo al bloque de la Sierra del Ocejón), 2: Parte culminante del depósito aluvial de conglomerados entre El Espinar y Roblelacasa (superficie de pre-raña).


            Sin embargo, los Arroyos del Soto y El Corvejón, a diferencia del de La Matilla no buscan directamente las aguas del Jarama para desaguar sino que realizan una extraña curva o cambio de dirección. Tras recoger las aguas de diversos arroyos menores que descienden por las laderas del Ocejón,  en lugar de continuar hacia el Oeste en busca del Jarama, giran bruscamente hacia el Sur para evitar un importante paquete sedimentario que les interrumpe el paso. Dicho paquete sedimentario forma una especie de “costra” de conglomerados muy duros que recubren la parte meridional de la fosa tectónica; justo al Sur del pueblo de Campillo de Ranas.

¿Pero como ha llegado hasta aquí esta potente paquete sedimentario de hasta 130 metros de espesor, depositado justo encima de las pizarras negras y que obligó incluso a los arroyos a cambiar de dirección al no poder erosionarlo?.

La disposición de este material sedimentario es horizontal y de aspecto muy compacto; casi inalterable a la erosión y forma una especie de plataforma culminante situada ligeramente por encima de los pueblos de Roblelacasa y El Espinar (en torno a los 1100 metros de altitud). Está compuesto por un  conglomerado a base de cantos rodados de cuarcita y en menor medida de cuarzos y pizarras, envueltos en una matriz arcillosa de un intenso color rojizo.

Para entender el origen de esta superficie un tanto ajena al ambiente pizarroso y marcadamente estructural en el que nos encontramos, hemos de retroceder en el tiempo entre 2 y 3 millones de años. Por aquel entonces todavía no existían los actuales ríos y el clima era semiárido o semidesértico.
Un clima marcado por la alternancia de largos períodos sin precipitaciones con otros de fuertes lluvias torrenciales (similares a la gota fría de la costa levantina).
Los importantes desniveles existentes y la escasez de vegetación propiciaron un intenso lavado de los suelos. Toneladas de material, con rocas de hasta un metro de diámetro, eran arrastradas por las laderas cada vez que se producían estos episodios de fuertes lluvias torrenciales.
Las montañas fueron literalmente descarnadas y todo este material arrastrado se iba depositando lentamente en el fondo de la depresión formando una dura costra de cantos rodados. Cantos rodados similares a los del lecho de un río actual.

            El resultado actual son unas llanuras arcillosas ligeramente inclinadas y situadas al piedemonte de las montañas; una especie de plataformas sobreelevadas muy pedregosas y que la red hídrica tuvo que sortear dejándolas aisladas.

           
                                               


 Depósito aluvial de conglomerados (cuarcitas y en menor medida cuarzos y pizarras envueltas en matriz arcillosa). Se aprecia muy bien el aspecto caótico que presentan los cantos rodados y la disparidad de tamaños de los mismos.


            En el entorno de los pueblos negros se reconocen tres pequeñas plataformas residuales de conglomerados: entre Roblelacasa y El Espinar (Jaralón-Las Moratillas), en la margen izquierda del Embalse de El Vado (Loma Rubia) y un diminuto afloramiento en La Vereda. Estas plataformas presentan una ligera inclinación de Oeste a Este, lo cual nos está indicando que el material arrastrado por la escorrentía procede del bloque levantado situado a occidente: anticlinal de las sierras de El Cardoso y Alto Jarama.
            
     Como hemos mencionado anteriormente, todavía no se habían encajado los ríos y curiosamente a día de hoy, estos depósitos de erosión se encuentran separados de sus montañas de origen por la hoz del Río Jarama; cuando realmente se encuentran más próximos a las laderas del Ocejón. Pero el material no procede precisamente de allí.

De hecho, por donde discurre la carretera de Campillejo a Campillo de Ranas hay un pequeño valle sin arroyo ninguno, de forma estrecha y alargada y que separa la superficie de conglomerados de la propia ladera de la Sierra del Ocejón. Se trata de un curso de agua abandonado; un vallecito colgado entre los arroyos del Soto y El Corvejón.

Si nos situamos en La Era del pueblo de El Espinar y miramos hacia el Ocejón, tenemos a nuestras espaldas el depósito de conglomerados con una superficie culminante casi plana. A continuación una ligera rampa arcillosa de coluviones en donde se sitúa el pueblo. A posteriori el vallecito colgado sin curso de agua por donde discurre la carretera hacia Campillo y al otro lado de la misma, comienzan ya las rampas de pizarras negras que ascienden a la Sierra del Ocejón.

Las plataformas de conglomerados son frecuentes en el piedemonte de aquellas montañas que poseen litologías a base de  pizarras y cuarcitas. Así por ejemplo las podemos encontrar en: la vertiente septentrional de la Sierra de Ayllón (Riaza y Madriguera), la vertiente meridional de la Sierra del Alto Rey (Hiendelaencina), la vertiente meridional de la Sierra del Alto Jarama (Uceda y  Puebla de Beleña), pero también en Sierra Morena, los Montes de Toledo,…

Reciben el nombre de rañas; topónimo extremeño que es empleado para definir a esta formación tan característica del piedemonte de las montañas de relieve apalachense del centro Peninsular.

No obstante, las superficies de raña del entorno de Campillo de Ranas y Hiendelaencia, plantean cierta problemática en su definición. En un principio no se dudaba en adscribirlos a este tipo de depósitos. En revisiones posteriores se dejaron de considerar como depósitos de raña. Sin embargo recientemente, en el Mapa Geológico editado por el Instituto Geológico y Minero, se reconoce la presencia de… “pequeños retazos de raña de escasa representación”.

¿En donde estriba pues la diferencia entre las pequeñas superficies de raña de la depresión de Campillo y los extensos depósitos de raña de Uceda y Puebla de Beleña?. La diferencia hemos de buscarla en la propia composición del conglomerado: el sedimento de las rañas de Campillo presenta un aspecto caótico y nada organizado de los depósitos; alternándose aleatoriamente cantos rodados de tamaños grandes, medianos y pequeños.
En las rañas de Uceda y Puebla de Beleña ocurre justo lo contrario; los cantos cuarcíticos presentan todos un tamaño similar y una disposición más ordenada.

Por así decirlo, los depósitos de raña de los pueblos negros no llegaron a finalizar totalmente su proceso de acumulación de material. El desmantelamiento erosivo de las montañas y su posterior acumulación, quedaron interrumpidos en un episodio intermedio o de transición entre la formación de abanicos aluviales y su culminación como depósitos de raña.

Paisajísticamente, las superficies de erosión próximas a Campillo de Ranas, son rañas y tanto en su morfología como en la composición de su material son prácticamente rañas, pero existe una diferenciación entre estos depósitos y los considerados como prototípicos de raña. Algunos autores no definen de ninguna manera clara y concisa a estas complejas superficies, mientras que otros si han reconocido su proximidad a los depósitos de raña. ¿Las podríamos denominar como “pre-rañas”?.



 1: Falla de Berzosa (separación entre los granitos de la Sierra de Guadarrama y las pizarras de la Sierra de Ayllón),  2: Banda de plegamientos cuarcíticos (La Pedrosa-Riscos del Coso-Pico del Águila-Cabeza de Cabida-San Cristóbal)
3: Eje estructural (encajamiento de los ríos Jaramilla y Jarama), 4: Banda de plegamientos cuarcíticos (Sierra del Ocejón-Loma Piquerinas-Navaluenga-Alto de las Mesas), 5: Depósitos de conglomerados o pre-raña (superficies de erosión en fase formación de depósitos de raña), 6: Vallejo colgado de El Espinar (arroyo abandonado), 7: Relieve residual del Cabeza de Ranas.
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A: Anticlinal de El Cardoso-Alto Jarama (bloque levantado), B: Sinclinal de Majaelrayo (fosa tectónica), C: Anticlinal del Ocejón (bloque levantado).

                                                     

CONCEPTOS CLAVE:

-Paleozoico.
-Cordillera Hercínica.
-Materiales metamórficos.
-Plegamientos.
-Estructura anticlinal y sinclinal.
-Orogenia Alpina.
-Fosa tectónica.
-Relieve apalachense.
-Falla estructural.
-Depósitos de raña.
-Abanicos aluviales.